Desde antes de la Guerra Grande, estaba afincada en Piccioli y Avellaneda la pulpería de Juan Maroñas, que si bien rivalizaba comercialmente con otras, se vio evidentemente favorecida por la espléndida belleza de sus tres hijas. Pues, las tres hermosas jóvenes deslumbraban a foráneos y lugareños. No había quien por aquel entonces, no se diera una vuelta hasta lo de “las Maroñas”… aseguran que así quedó románticamente bautizado el barrio.Maroñas, tuvo gran crecimiento demográfico, debido a la inmigración de “canarios” que eran llevados en carretas tiradas por bueyes desde el puerto del Buceo, donde desembarcaban, hasta la zona, hecho éste propiciado por un empresario llamado Juan María Pérez. Pero a comienzos de la década del 30, la “Curva de Maroñas” era aún una zona semi-rural, aledaña a Montevideo, con escasas calles pavimentadas de hormigón. En tanto, el fútbol en pleno apogeo, ya era en nuestro país el principal deporte, lógicamente impulsado por los títulos olímpicos de 1924 y 1928, y el Mundial de 1930.
Primer intento
Varios equipos que militaban en la Asociación Uruguaya de Fútbol -hoy desaparecidos- como el “Maroñas”, “San Carlos”, “Wilson”, “Bella Italia”se disputaban las preferencias de los maroñenses. El “Charrúa”, tal vez el más prestigioso y fiel representante del barrio, apenas sobrevivía, sólo quedaba su vieja cancha ubicada en la calle Alférez Real. En ese marco, un grupo de niños que concurría a la Escuela Pública “República de Nicaragua”, la única que había en la zona por aquellos años, quisieron tener su propio equipo de fútbol. Los grandes impulsores de la idea fueron Miguel Lazaroff y los hermanos Olivera, Alvaro y Armando. Por testimonio de varios de los asistentes a las reuniones iniciales, se sabe que además de los ya mencionados estaban: Juan Lazaroff, Luis Charlo, Enrique Anicetti, Domingo Alegre, Alfredo Luzardo, Hebert Benítez, Julio Leal, Antonio Giúdice, Juan Saravia, Alberto López, Oscar Olivera, Israel Medina, Carlos L. Rodríguez, Juan José Soria y Juan Espinosa. Comenzaron así las prácticas en los baldíos de la zona, con la clásica pelota de trapo y las reuniones realizadas en la calle Chayos y Marcos Sastre, domicilio de Doña María Mincheff de Lazaroff madre de Miguel y Juan. El asesor técnico de los pibes fue Jorge Mincheff, hermano de doña María, quien había sido futbolista en su tierra natal, Bulgaria. Conformado el equipo, y al surgir la posibilidad de realizar un partido “en serio” ante la calificada oncena que representaba a la Plaza de Deportes de la Unión, se resuelve adoptar el nombre de “Tigre”. Sin posibilidad de tener la indumentaria adecuada, cada jugador se procuró una camisa blanca, a la cual doña María le cosió un detalle negro a la altura del corazón. Fue ese el primer indicio del blanco y negro actual. El debut resultó amargo para la muchachada, cayeron por uno a cero, pero no se amedrentaron y comenzaron a planear la revancha. Pero como el verano acechaba, hubo que suspender momentáneamente la actividad y esperar el otoño para reivindicarse.
El nacimiento de Danubio
Al reiniciarse el año escolar, en aquel simbólico 1° de Marzo de 1932, que quedó para siempre como fecha de fundación, se dieron cuenta que no podían ir a disputar la revancha en las mismas condiciones, había que conseguir camisetas y bautizar nuevamente al equipo. Las soluciones aparecieron rápidamente: para financiar las camisetas realizaron una rifa y los colores fueron a proposición de Alcides Olivera, hermano mayor de Alvaro y Armando, quien adquirió 10 números de aquella rifa con la única condición que las casacas fueran a rayas verticales blancas y negras. Mientras que el nombre fue finalmente sugerido por la madre de los Lazaroff, quien de origen búlgaro, quiso homenajear al río que baña su patria natal. De esta manera, se iniciaba, para unos niños de la Curva de Maroñas, un sueño como tantos y una historia tal vez como ninguna. Así fue, que durante los primeros años, los “pibes fundadores” continuaron jugando partidos de campito con equipos de menores de su misma edad, que oscilaba entre los 12 y 15 años. En 1933, se tomaron la ansiada revancha, y ahora bajo el nombre de Danubio y con nueva casaquilla, derrotaron al poderoso equipo de la Plaza de Deportes de la Unión, por dos goles a cero.
El primer campeonato
Recién en 1934, Danubio interviene por primera vez en un campeonato organizado, participando en el Torneo de 2ª. categoría de menores en la Plaza de Deportes N° 5. El debut no pudo ser mejor, consagrándose campeones invictos, jugaron y ganaron 5 partidos con 9 goles a favor y solo 1 en contra. Durante los siguientes dos años, continuaron la actividad en los “campitos”, pero lo más importante es que comenzaba a forjarse el futuro. Se incorpora al club, don Raúl Mancebo, merecedor sin dudas, de un lugar preferencial entre los propulsores danubianos de esas épocas.
Aparece “la franja”
Además de los partidos amistosos, en 1936, Danubio tomó parte del campeonato de la Liga Parque Rodó, y es aquí donde casi por casualidad aparece la clásica camiseta danubiana con “la franja”. Debido a que otro participante tenía camiseta a rayas verticales verdes y blancas, obligaron a los danubianos a cambiarla, surgiendo así la idea de hacerla con una banda transversal manteniendo los colores originales (blanco y negro). Aunque, finalizado este torneo, se volvió a la camiseta blanquinegra a rayas verticales, la cual se utilizó hasta antes de comenzar la Rueda Final del Campeonato Uruguayo de la Extra de 1942, cuando se adoptó definitivamente la actual casaca.
Durante varios años, Danubio alternó su actividad deportiva entre partidos amistosos y torneos de ligas barriales. Hasta que luego de siete años de peregrinar por todos los barrios, el ámbito comenzó a quedarle chico, la experiencia recogida y el constante crecimiento de la parcialidad conducían a intentar dar el ¡gran salto! El 8 de Marzo de 1941, la Comisión Directiva resuelve inscribir al club en la División Extra de la Asociación Uruguaya de Fútbol, así a influjo de estos formidables visionarios, comenzaba la inimitable trayectoria danubiana en el fútbol oficial uruguayo.
Se logra el campeonato y se asciende a Intermedia
Al siguiente año, previo al comienzo de actividades, asumió como Presidente quien sería luego, una leyenda danubiana, Hugo Forno. Aquella Directiva se propuso como meta el ascenso a Intermedia, por ello, reforzaron al plantel convenientemente formándose un equipo que no paró de ganar y lograron el objetivo… Danubio Campeón Invicto con un solo punto en contra.
Otra vez Campeón
La obtención del Uruguayo de la “Extra” nunca fue el objetivo final de la dirigencia, acaso el primer peldaño de una escalera que llevaría a Danubio nada menos que hasta la primera división profesional. Con la misma base y algunas incorporaciones se conformó el plantel para afrontar la nueva divisional. La campaña no pudo ser mejor, Danubio, ganó los tres torneos que se disputaron en la temporada, Preparación, Campeonato Uruguayo y Copa de Honor. El pasaje de Danubio por la “Intermedia” fue fugaz y espectacular, obteniendo invicto el Campeonato Uruguayo.
En 1944 debuta en la “B”
Con sólo tres temporadas jugadas en la órbita de la A.U.F., Danubio lograba llegar a la Divisional “B”… debutando el 4 de Junio de 1944, por el Torneo Preparación “Copa Brasil”, ante Fénix en cancha de Bella Vista. Danubio continuó jugando en la divisional de ascenso hasta 1947, año en que alcanza la anhelada meta…. llegar a la divisional “A”. Ese año además del Campeonato Uruguayo también obtuvo el Preparación. En su triunfal carrera ascendente, Danubio se encontró virtualmente en menos de un lustro en la Primera División Profesional.
Gran debut en el círculo de privilegio
El debut oficial de Danubio en la “A”, ocurrido el 25 de Abril de 1948, por el Torneo Competencia, ya significó una nota de sensación puesto que derrotó al club Peñarol, que hasta ese instante se mantenía invicto a través de más de 30 partidos disputados. Aquella hazaña tuvo luego su confirmación en ese mismo campeonato, ya que Danubio se clasificó en tercer lugar detrás de los dos equipos "más promocionados del medio".
En Primera División
Las inmediatas temporadas tuvieron a Danubio como protagonista destacado, para culminar brillantemente en 1954, con sólo siete temporadas en el círculo máximo, como Subcampeón del Campeonato Uruguayo. Es más se puede afirmar que históricamente, la “franja” ha tenido casi en forma permanente buenas actuaciones y solo en dos ocasiones se vio obligado a descender a Primera "B"; regresando en ambas oportunidades a la siguiente temporada. Desde aquel último ascenso en 1970, Danubio ha permanecido hasta el presente año en Primera División "A". Es más, en estas más de cuatro décadas, ha venido obteniendo logros cada vez más importantes. En 1975, obtiene el Subcampeonato en la Liguilla, hecho que repetiría en la edición de 1977, agregándole en esta oportunidad, la clasificación - por primera vez- a la Copa Libertadores. Cuatro años después, repite un Vicecampeonato, esta vez en el Torneo República, campeonato de carácter nacional, ya que también intervinieron selecciones del interior.
Llegan las primeras grandes conquistas
En la década del ochenta, comenzó el definitivo despegue deportivo, tanto en divisiones formativas como en primera división, conquistando títulos nunca antes alcanzados. En 1982, Danubio consigue ubicarse en el segundo lugar en el Torneo Copa de Oro. Mientras que en la temporada correspondiente a 1983 obtiene el Subcampeonato Uruguayo y -en calidad de invicto- gana la Liguilla pre-Libertadores. En el inolvidable año de 1988, Danubio, primero obtiene el Torneo Competencia y luego brillantemente su primer Campeonato Uruguayo.
Tres Uruguayos en siglo XXI
Pero es en este nuevo siglo donde Danubio termina por afirmarse y comienza a ganar reiteradamente…. en 2001 se queda con el Torneo Apertura; en 2002, gana el primer Torneo Clausura; mientras que en 2004 obtiene varios campeonatos: en primera instancia y en forma invicta el Clasificatorio, luego su segundo Clausura y finales mediante, también se queda con el Campeonato Uruguayo. En la temporada 2006/2007, en formidable campaña y en uno de los mejores años de su historia, Danubio, conquista los tres campeonatos en disputa: Apertura, Clausura y Uruguayo, hecho éste que sólo tenía un antecedente. Finalmente, en 2013 gana el Torneo Apertura y tras vencer en las finales a Wanderers, obtiene el cuarto Campeonato Uruguayo (2013/14) de su historia.
Se puede afirmar que, históricamente Danubio es el campeón único del fútbol uruguayo, pues ningún otro club ha ganado absolutamente todos los torneos en disputa a lo largo del profesionalismo.
Actividad internacional
Desde su creación, Danubio intentó trascender también fuera de fronteras. Es así que, a pocos años de fundado, y siendo apenas un pequeño club de barrio, comienza a enfrentarse con rivales extranjeros. Debe precisarse que, en las décadas del treinta al sesenta, la actividad internacional posible podía darse únicamente en partidos amistosos, pues, aún no existían oficialmente torneos internacionales y luego cuando éstos aparecieron, caso la Copa Libertadores de América, estaban destinados exclusivamente para los clubes más poderosos de cada país. Pero a fines de los años 70, Danubio comienza a participar en campeonatos internacionales organizados por la Confederación Sudamericana de Fútbol. Y hoy es uno de los clubes uruguayos más experientes en tal sentido, habiendo jugado hasta el momento la Copa Libertadores de 1978, 1984, 1989, 2005, 2007, 2008 y 2015, el Torneo Conmebol de los años: 1992, 1993, 1994 y 1997 y la Copa Sudamericana de 2002, 2003, 2004, 2005, 2007, 2012, 2014 y 2015, habiendo dejado siempre en alto los prestigios del fútbol uruguayo.